“Y mirad, algo más grande que Salomón está aquí.”

Autor: Lic. Omar Valcárcel 

“Y mirad, algo más grande que Salomón está aquí.” - Mateo 12:42

Salomón fue el heredero del Rey David al trono en Israel. En Salomón se cumplió de forma inmediata la promesa que Dios le había dicho a David de que uno de sus hijos se sentaría en el trono después de él.

Dice la Biblia que Salomón fue más sabio que los sabios del Oriente en su época; de tal manera que recibió visitas de gente de lejanas tierras, muy importante y prominentes buscando escuchar al gran rey Salomón.

El caso era que a Salomón buscaron conocerlo por su fama; y no fueron defraudados quienes pudieron verlo y quienes pudieron escucharlo. Lo triste del caso es que Salomón no permaneció siendo ese rey que había sido tan admirado por muchos. Luego se corrompió y se apartó por un tiempo de los caminos de Dios.

Cuando Jesús dice estas palabras, las está diciendo a lideres religiosos que con malas intenciones buscaban como poder hacerle daño. Los lideres religiosos no buscaban a Jesús por quien Él era; no reconocían que Él era el Mesías, El Salvador de todo aquel que cree en Él.

Jesús les dice a los lideres religiosos “ustedes no me buscan ni se admiran de Mí”(palabras del escritor), Frente a los lideres religiosos estaba El Dios hecho carne, el que con el poder de Su Palabra había creado los cielos y la tierra. Lo triste del caso es que ellos viendo no podían ver, y oyendo no podían oír. La dureza de su corazón no los dejó ver que frente a ellos estaba uno que era más grande que todos los hombres que habían nacido y más grande que todos los que habían de nacer.

Jesús nos invita a creer en Él, a confiar en Él, a buscarlo a Él, a escucharlo a Él a través de las Escrituras. Acordémonos que tenemos en Jesús a uno que es más grande que todos y todo. Este Jesús es nuestro gran campeón.